El árbol.
- Almudena García
- 31 oct 2021
- 1 Min. de lectura
"Era de noche, y la lluvia caía; y cayendo, era lluvia, pero, habiendo caído, era sangre"
Se dice que si un árbol cayera en medio de un bosque no haría ruido porque no habría nadie para escucharlo. Ella sintió que era aquel árbol cuando tropezó con una raíz saliente y rodó varios metros al intentar amortiguar la caída. «Joder», fue lo único que consiguió murmurar mientras se ponía en pie y seguía corriendo. El bosque se cerraba a su alrededor mientras la luna se ocultaba en lo más alto. Si alguien se encontraba a sus espaldas debía producir algún sonido, algún crujido, alguna respiración, alguna pisada incorrecta pero allí solo parecía acompañarla su respiración acelerada y el eco de sus propios pasos. Si el árbol caía en medio del bosque no hacía ruido porque no había nadie para escucharlo, por eso cuando ella cayó contra el barro y todas las hojas de su alrededor se tiñeron de rojo carmesí en torno a su garganta tampoco hizo ruido, porque allí no había nadie para oírlo.
Comentarios